La caja primero se pinta de blanco y cuando esté seca, se pega una imagen de decoupage (yo la saqué de internet).
Para proteger la imagen, coloqué encima una hoja de acetato (plástico transparente) que lo venden en cualquier papelería.
Hice otra caja en la que puse cola blanca, porque no tenía barniz acrílico ni acetato, pero cuando lo extendí con el pincel, se empezó a correr la tinta de la imagen, así que no os lo aconsejo.
Yo no he barnizado la caja, pero sería conveniente hacerlo para proteger la pintura.
Luego alrededor de la caja, puse una tira de tela con güata dentro para que quedase más blandita y una puntilla en el borde, que le da un aire romántico.
Y así quedó cuando la llené de telas. Voy a tener que hacer alguna más para meter las que me quedan.
Espero que os haya gustado y lo pongáis en práctica. Un beso a todas.
Estupenda, incluso para regalar. Estoy pensando en rellenarla con magdalenas caseras y llevarla la próxima vez que me inviten,,, Un saludo
ResponderEliminar¡¡ Pero qué buena idea !! ja,ja,ja...seguro que saben más ricas con esa presentación.
EliminarQué buena idea para reciclar la caja! Te ha quedado muy bonita! Besos!
ResponderEliminarMuy bonita también, me gusta mucho el fondo, yo lo dejé blanco, pero me gusta más el de tu caja, preciosa! !!!
ResponderEliminarUn besazo! !!